Aparentemente en EEUU hay taxistas musulmanes que se niegan a transportar pasajeros que lleven alcohol entre sus posesiones. En el Reino Unido un taxista musulmán se negó a transportar a una pasajera ciega. Aparentemente no le resultaba aceptable el perro lazarillo. Cuando la señora se quejó, la compañía de taxis le informó que “debía respetar las diferencias culturales”.
Yo creo que cada compañía de taxis, o de lo que sea, tiene el derecho de elegir sus clientes y de determinar qué tipo de servicios les proporciona. Pero honestamente me pregunto qué hubiera pasado si hubiera sido al revés.
Imaginemos por un momento que en EEUU o en Inglaterra un taxista de alguna denominación cristiana u, Horror de los Horrores, algún taxista judío se negara a transportar a un pasajero musulmán por tener olor a chivo o por temor a ser secuestrado, mutilado y degollado en cámara.
¿Seríamos tan comprensivos? ¿Apelaríamos a la “tolerancia de las diferencias culturales” para justificar el hecho? Yo creo que no.
¿Creemos sinceramente que este doble estándar moral ayuda a los millones de musulmanes moderados que no ven la hora de sacarse de encima a esta manga de matones?
(Link enviado por Liberty Bell)
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