¡No me censures, te puteo por tu bien!

Sigue la censura descarada en los blogs de todo el mundo. A BlogBis, José Benegas y Barcepundit se suma ahora nada más ni nada menos que la mismísima Pilar Rahola. No se puede así, hay que volver a las viejas épocas en que los autores de los blogs se debían aguantar los insultos de cuanto tontito reprimido sexual andaba dando vuelta por ahí.

Estos son sus criterios, MUY autoritarios por cierto:

Son tres los criterios, y como me han avisado que no parecen suficientemente claros para algún bloguista, los dejaré bien definidos.

Primer criterio: el insulto vulgar, la denigración o, directamente, la difamación. Por suerte, y más allá de la pasión con que algunos de ustedes debaten, esto pasa muy poco. Poquísimos son los post que se han eliminado por este criterio. Quizás, los insultadores profesionales, visto el nulo éxito que tienen, ya no vienen al blog.

Por supuesto, este criterio incluye los delitos penales: racismo, xenofobia, sexismo, homofobia y antisemitismo. Si en alguna ocasión se hubieran introducido comentarios con estos contenidos, habría sido un error por nuestra parte, error por el que os pediríamos sinceras disculpas.

Segundo criterio: todo lo que tenga que ver con el negacionismo nazi, con la banalización de la Shoá, con la comparación entre Israel o los judíos con el nazismo, en definitiva, cualquier comparación que ofenda a la memoria de las víctimas del Holocausto. Este segundo punto, desgraciadamente, ha obligado a eliminar diversos comentarios, alguno de ellos escritos por alguna persona habitual del blog. No permitiré, y lo digo en primera persona, que en mi blog personal haya una sola comparación entre el nazismo e Israel.

Tercer criterio: el intento de monopolización del blog. Un blog, según mi criterio (o, al menos, el criterio que quiero aplicar al mío) es un lugar de debate y de intercambio de ideas. Sin embargo, alguna vez hay quien piensa que puede convertirse en la web que no tiene, e inunda de tal manera, de propaganda (lícita, pero lógicamente alejada de la voluntad de esta web) que es necesario dosificarla. Hay una diferencia entre el debate y la propaganda. Esta web tiene la intención de promover el primer aspecto, pero no facilitará el segundo.

Una cuestión menor es el deseo de algún bloguista de interpelarme directamente para intentar la provocación. Personalmente, escribo a través de mis artículos, y son ellos los que están sometidos al rigor del debate. Cualquier intento de provocarme directamente, no tendrá recibo en este espacio. Ya hay muchos espacios, en la Red, donde pueden polemizar sobre mí, y no sobre mis ideas. Que maten al mensajero en otros lares. Aquí hablamos del mensaje.