Dec 22, 2006
Al final parece que, para todos los fines prácticos, Fidel Castro ha muerto. Pero esta gente, los grandes iluminados, megalómanos empedernidos, no pueden sencillamente dejar de respirar de un día para otro como cualquier hijo de vecino. No, los líderes preclaros van desapareciendo lentamente de la vida terrenal para pasar a ocupar un lugar en el firmamento de las Grandes Leyendas de la Humanidad.
Me hubiera gustado un final a la Milosevic o Saddam, juzgado por sus crímenes (por sus propios pares en el caso del asesino de Irak) con todas las garantías legales. Pero no, seguramente murió en su cama, rodeado de la mejor tecnología médica occidental pagada con los miles de millones de dólares robados a los cubanos durante generaciones.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Flaco, no entendés nada de nada...
ReplyDeleteErnst, por favor, ayudame a entender, ¿por qué no me explicas?
ReplyDelete