En general, suelo compartir lo que escribe Carlos Escudé. Pero me parece que patinó feo en las dos últimas columnas que publicó en La Nación. Hoy sostiene que Chávez es un “hombre inteligente” y que “la Cuba de Castro, por lo menos, consiguió algún avance en el sector salud”. Creo que confunde viveza con inteligencia y no tiene a mano las cifras de la sanidad cubana, como el número de médicos por habitante, previas a la “revolución”.
De todos modos, me pareció interesante lo que dice hoy sobre Chávez:
Hasta hace poco, el líder bolivariano estuvo dedicado a una aventura personal, desperdiciando los cuantiosos petrodólares de su pueblo para convertirse en protagonista de la política internacional.
Al regresar a la época en que la política exterior era el deporte de los reyezuelos, atrajo a una mayoría de sus compatriotas, en los que despertó primitivas emociones.
Ver al propio presidente competir con el hombre más poderoso del mundo en las noticias de la tarde, año tras año, genera satisfacciones en mucha gente y en cualquier lugar. Fue el secreto del breve éxito de Leopoldo Fortunato Galtieri, allá por 1982.
Yo tambien pense que patino grosso con lo de Cuba
ReplyDeleteEs raro porque Escudé tiende a decir la verdad y no ser políticamente correcto y avalar los distintos mitos.
ReplyDeleteLuis,
ReplyDeleteGeneralmente estoy de acuerdo con lo que dice Escudé que es muy inteligente y tiene una excelente formación. Además, como dice Iván, se cacarea en la corrección política.
Cuando estábamos en la locura el Beagle y las Malvinas escribió cosas muy valientes sobre la imbecilidad reinante.
El problema es que algunas veces es demasiado snob, le gusta "épater le bourgeois" y sostiene posiciones dudosas. Recuerdo que cuando las últimas elecciones presidenciales en EEUU (noviembre 2004) en un programa de TV defendió la guerra de Irak y otra serie de políticas de Bush. Cuando el periodista le preguntó por quien votaria él, dijo algo de este tipo: "Por Kerry, por supuesto, es de Massachusetts, donde yo estudié,es de los mios, no votar por él sería una traición"
Me pareció una estupidez soberana que atribuyo a la personalidad snob de Escudé.