Juan Carlos De Pablo sostiene que somos así y se pregunta si cambiaremos alguna vez. Si tienen un minuto, no se pierdan este trabajo:
No es para enorgullecernos, pero en la literatura económica internacional Argentina es un “caso”. Sobre el cual se formularon afirmaciones como las siguientes:
En el curso de desarrollo económico que dictaba en la universidad de Harvard, Simon Smith Kuznets solía clasificar a los países en 4 “categorías”: los desarrollados, los subdesarrollados, Japón y Argentina (aludía al hecho de que, careciendo de recursos naturales, Japón había logrado mucho, y a pesar de la enorme dotación de recursos naturales, Argentina había logrado muy poco).
“Supongamos que en 1945 alguien me hubiera preguntado: `¿qué parte del Mundo cree usted que experimentará el despegue más dramático en las 3 próximas décadas?'. Probablemente hubiera respondido lo siguiente: `Argentina está en la senda del futuro. Tiene clima templado. Su densidad de población genera una relación favorable con respecto a sus recursos naturales. Por accidente histórico su actual población es razonablemente homogénea y proviene de naciones de Europa Occidental. Y está actualmente en el estadio del desarrollo donde el crecimiento rápido es el escenario más probable. Y cómo me hubiera equivocado'" afirmó Paul Anthony Samuelson, en un congreso mundial de economistas celebrado en México (Samuelson, 1980).
En 1942 Colin Clark se había formulado la misma pregunta, y había publicado su respuesta... inmortalizándose. Según sus cálculos, para 1960 el PBI por habitante de "Argentina y Uruguay" (sic), se ubicaría sólo 14% por debajo del de Estados Unidos, 8% por encima del de Canadá, 17% arriba del de Australia, 26% por encima del de Inglaterra, 75% del de Francia y 15% por arriba del PBI por habitante de Japón.
Por último, “En 1880 Argentina era aún un país atrasado y poco poblado. Tanto comparado con su propia evolución anterior y posterior, como con lo que sucedió en el resto del mundo durante el mismo período, el crecimiento experimentado entre 1880 y 1913 puede calificarse, sin lugar a dudas, de extraordinario", a punto tal que "la mayoría de los economistas que escribieran durante las 3 primeras décadas del siglo XX hubieran colocado a Argentina entre los países más avanzados, junto a Europa Occidental, Estados Unidos, Canadá y Australia", afirmó Carlos Federico Díaz Alejandro, un cubano que por sus estudios sobre la economía argentina merecería haber sido nombrado “argentino honoris causa” (Díaz Alejandro, 1970 y 1980).
¿Cuál es la explicación principal de la autoconfesada y significativa equivocación del mismísimo Samuelson, y del no menos significativo error de cálculo de Clark?
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