¿Se acuerdan del glorioso Periodismo Independiente y Combativo de la década del 90, que generaba una denuncia por corrupción día por medio, de los dos o tres “programas de investigación” que se daban maña para presentar hasta tres casos por emisión, cuando prácticamente no pasaba una semana sin que aparezca un nuevo libro sobre la corrupción e inmoralidad implícita de un sistema que favorecía a la economía de mercado?
Resulta que a partir del golpe de 2001, con un nivel de discrecionalidad sin precedentes en nuestra historia, nadie dice absolutamente nada. De pronto, el glorioso Periodismo Independiente y Combativo pasó a cuarteles de invierno. Porque, claro, todo el mundo sabe que la corrupción es “neoliberal”, los gobiernos Nacionales, Populares y Progresistas NO puede ser corruptos. Se trata de una imposibilidad lógica (o dialéctica, como diríamos nosotros los progres).
Cómo nos cambia la vida.
Qué importa la corrupción si el país tiene los mejores récords del mundo!
ReplyDeleteLanata corazón!
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