Relacionado con lo que dice Mary Anastasia O'Grady en este post de Ramiro, Andrés Oppenheimer se refiere a la epidemia de los poderes especiales en la región. Pero a no preocuparse, no pasa nada. Esta vez seguro que sale bien:
Lo más preocupante de la asunción de poderes absolutos del presidente venezolano, Hugo Chávez, no es que se haya convertido en dictador elegido de línea narcisista leninista, sino que su ejemplo es seguido en varios países latinoamericanos.
Dos décadas después del regreso de la democracia a la región, hay una tendencia hacia la expansión de los poderes presidenciales en Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Colombia y la Argentina. Algunos de estos países, como Venezuela y Bolivia, también han creado "organizaciones populares para intimidar y silenciar a los opositores, a la usanza de Benito Mussolini.
Fíjense en las noticias de los últimos días. En Venezuela, la Asamblea Nacional aprobó, el 31 de enero, una ley que le da al presidente poderes especiales para gobernar por decreto por 18 meses. "El presidente ha recibido poderes imperiales", me dijo Teodoro Petkoff, ex guerrillero y ex ministro de Planeación que dirige el periódico Tal Cual . "Chávez ya controlaba todo, pero los procedimientos legislativos son más lentos y molestos. Ahora podrá dictar leyes sin la morosidad parlamentaria."
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