Más que histórico para los británicos, fue histórico para nosotros los argentinos. No deberíamos olvidar nunca que, entre otras cosas, le debemos nuestra democracia a MT.
Siguiendo la misma línea de Louis Cyphre, la democracia habría que agradecérsela al borracho de Galtieri y al conjunto de diplomáticos y generales brutos que lo asesoraron tan mal. Lástima que tiraron al diablo la posibilidad, en ese momento muy grande, de que las Malvinas hubiesen sido devueltas a la soberanía argentina.
Nuevamente dejamos de lado que la gran mayoría de la gente apoyó esa guerra tragándose la propaganda y no poniendo ni una neurona en funcionamiento en un pensamiento crítico ante el disparate de pelear contra la 2ª potencia militar occidental apoyada por EE.UU.
Hoy día, salvo los que se ofrecieron voluntarios, todos dicen que en el 82 estaban en contra de la guerra.
De las figuras públicas sólo recuerdo que Borges y Alfonsín se manifestaron en contra y casi los acusan de traidores.
Nada de esto quita mérito a los oficiales, suboficiales y soldados que estuvieron en las Islas, sobre todo a los que pelearon en serio.
Como en toda guerra, hubo de todo en el frente: tipos que cumplieron, otros que se escondieron para no combatir (no disparaban el fusil para que no los detectaran por el fogonazo) y tipos que se destacaron como el soldado Omar Poltronieri.
Hubo oficiales y suboficiales que se preocuparon por sus tropas y hubo los que no lo hicieron y eso se notó a la hora del combate por la resistencia que opusieron a los ingleses. Los que no fueron bien conducidos se retiraron o rindieron antes.
En cualquier caso, respeto al que se comió 74 días en el frío en una posición, respeto al que peleó como pudo y, sobre todo, respeto a los muertos y heridos.
Lamento que el cementerio con nuestros caídos esté deteriorado porque nadie se hace cargo de él.
En cualquier caso, tanto los caídos como los veteranos se merecen otra cosa que una bandera inglesa.
Espero que cuando se aproxime el 2 de abril se haga algún comentario in memoriam.
Mi familia y yo todos los años rendimos nuestro pequeño homenaje yendo al monumento a los caídos y rezando una oración por ellos. Como vivimos ahora fuera de la Argentina, el homenaje lo haremos en nuestra casa.
El 2 de abril es para mí un recuerdo constante de lo peligroso que somos como pueblo. Y estoy de acuerdo, cada año espero una mirada introspectiva con sabor a autocrítica lapidaria al colectivo argentino. Peron, el terrorismo de los 70s, la dictadura, la locura malvinense, todos productos de un pueblo que no aprende de sus errores.
Más que histórico para los británicos, fue histórico para nosotros los argentinos. No deberíamos olvidar nunca que, entre otras cosas, le debemos nuestra democracia a MT.
ReplyDeleteSiguiendo la misma línea de Louis Cyphre, la democracia habría que agradecérsela al borracho de Galtieri y al conjunto de diplomáticos y generales brutos que lo asesoraron tan mal. Lástima que tiraron al diablo la posibilidad, en ese momento muy grande, de que las Malvinas hubiesen sido devueltas a la soberanía argentina.
ReplyDeleteNuevamente dejamos de lado que la gran mayoría de la gente apoyó esa guerra tragándose la propaganda y no poniendo ni una neurona en funcionamiento en un pensamiento crítico ante el disparate de pelear contra la 2ª potencia militar occidental apoyada por EE.UU.
Hoy día, salvo los que se ofrecieron voluntarios, todos dicen que en el 82 estaban en contra de la guerra.
De las figuras públicas sólo recuerdo que Borges y Alfonsín se manifestaron en contra y casi los acusan de traidores.
Nada de esto quita mérito a los oficiales, suboficiales y soldados que estuvieron en las Islas, sobre todo a los que pelearon en serio.
Como en toda guerra, hubo de todo en el frente: tipos que cumplieron, otros que se escondieron para no combatir (no disparaban el fusil para que no los detectaran por el fogonazo) y tipos que se destacaron como el soldado Omar Poltronieri.
Hubo oficiales y suboficiales que se preocuparon por sus tropas y hubo los que no lo hicieron y eso se notó a la hora del combate por la resistencia que opusieron a los ingleses. Los que no fueron bien conducidos se retiraron o rindieron antes.
En cualquier caso, respeto al que se comió 74 días en el frío en una posición, respeto al que peleó como pudo y, sobre todo, respeto a los muertos y heridos.
Lamento que el cementerio con nuestros caídos esté deteriorado porque nadie se hace cargo de él.
En cualquier caso, tanto los caídos como los veteranos se merecen otra cosa que una bandera inglesa.
Espero que cuando se aproxime el 2 de abril se haga algún comentario in memoriam.
Mi familia y yo todos los años rendimos nuestro pequeño homenaje yendo al monumento a los caídos y rezando una oración por ellos.
Como vivimos ahora fuera de la Argentina, el homenaje lo haremos en nuestra casa.
El 2 de abril es para mí un recuerdo constante de lo peligroso que somos como pueblo. Y estoy de acuerdo, cada año espero una mirada introspectiva con sabor a autocrítica lapidaria al colectivo argentino. Peron, el terrorismo de los 70s, la dictadura, la locura malvinense, todos productos de un pueblo que no aprende de sus errores.
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