Descontrol

Hoy nos enteramos en La Nación que “la estructura aérea está quebrada”. ¿Puede esta noticia verdaderamente tomar a alguien por sorpresa?

En fin, lo mismo de siempre. Todo es una emergencia en la Argentina. Tenenemos una muy marcada tendencia a reaccionar ante los problemas, nunca a actuar preventivamente. Rubén se viene ocupando del tema del descomunal descontrol del espacio aéreo del país, un verdadero colador por donde pasan con absoluta impunidad desde vuelos con droga hasta tráfico de armas.

Durante los Odiados Noventa, la década perdida durante la cual el país volvió a ser predecible por algunos años, se licitó un sistema de radares para cubrir las zonas de mayor tráfico aéreo del territorio. Lamentablemente, por cuestiones políticas, la licitación fue anulada durante el gobierno de De la Rúa. Casualmente fue López Murphy, como ministro de defensa, el que firmó la decisión.

Pasaron diez años, y fieles a nuestra tradición del culto a la desidia, todavía seguimos en veremos. Tal vez estemos esperando que empiecen a llover cadáveres carbonizados a diario para sentarnos a pensar cómo salir de esta nueva emergencia.

Nos encanta vivir así. Esto de la normalidad es para maracas.