Es muy duro, pero creo que debemos admitir que la raíz de nuestros problemas es cultural. Mariano Grondona, probablemente uno de los periodistas más serios y preparados del país, en su columna de hoy en La Nación, uno de los diarios más serios del país, vuelve a confundir inteligencia con viveza.
Su premisa, seguramente compartida por mucha gente, es que la sociedad argentina puede haber generado sistemáticamente una clase dirigente que llevó al país de fracaso en fracaso, pero en el campo de lo político nuestros representantes son unos genios a los que les sobra creatividad. Extraordinario.
Como dice Juan Carlos De Pablo, un vivo es una persona capaz de salir de situaciones en las que una persona inteligente jamás hubiera caído:
De más está decir que nuestros políticos no tienen buena imagen. Pero hay en ello cierta injusticia porque, si bien han fallado más de una vez en la gestión de la cosa pública, habría que ponerles en la columna del haber que no les falta ingenio y que más de uno entre ellos ha demostrado ser, como decía Homero de Ulises, "fecundo en ardides". Es decir, fecundo en gambitos.
En este año que promete desplegar la lucha por el poder sobre el mapa electoral, los políticos vienen de darnos varios ejemplos de su ingenio porque, no bien comenzado el año electoral, ya han concebido no uno sino tres gambitos.
Por qué el torero (casi) siempre termina matando al toro?
ReplyDeletePorque el toro se come todos los amagues.
El cretinismo político jamás retrocede.