Riqueza

Yo sigo con el “Éloge de la richesse”. La tesis principal de Dubuc es que Québec es pobre. No lo es en términos absolutos, pero si relativos, en comparación a su rival histórico, Ontario, y lo es mucho más comparado con los EEUU o provincias ricas como Alberta.

El autor se pregunta por qué, a pesar de todo, Québec no logró terminar su proceso de “catch up” con el resto de Canadá y por qué a su vez Canadá no logra alcanzar a EEUU. Según sus cálculos, si Canadá alcanzara a los EEUU en el nivel de ingresos por habitante, significaría unos 10 mil dólares canadienses adicionales por familia por año. Si Québec alcanzara a Canadá, significarían unos 15 mil dólares adicionales por familia por año. No es poco.

Tal vez uno de los aspectos que más me llaman la atención es que Alain Dubuc deba dedicar gran parte del libro a tratar de explicar lo que a todas luces debería ser obvio: que es preferible tener mayores ingresos a tener menores ingresos. Nada más ni nada menos que más es mejor que menos.

Aún si lo nuestro son los “valores espirituales” y el primitivismo naturista, tendremos muchas más posibilidades de lograr nuestros sueños con mayores ingresos que con menores ingresos. Como dice el autor, aquello de la simplicidad voluntaria es una opción muy respetable y válida a nivel personal, pero como objetivo social es suicida.

Qué les puedo decir, personalmente me preocupa mucho que todavía haya que explicar estas cosas. Y creo que se debe en gran medida a que mucha gente no tiene la menor idea de lo que significa realmente ser pobre. En muchos casos porque nunca lo fueron y en otros porque ya se olvidaron. O se hacen los que se olvidaron.