Paradójicamente o no, empiezan las complicaciones económicas y políticas de este gobierno, aumenta el malestar social y empiezan a aparecer los casos de corrupción en los titulares de los medios.
Después de Skanka, las armas y demás, ahora es el ministro de interior y alcahuete a sueldo de Kirchner el sospechado de dos negociados.
Perdón que siga con lo mismo de siempre, ¿alguien se puede sorprender por estas cosas? ¿Sinceramente creíamos que la discrecionalidad absoluta de los funcionarios no tiene relación con la corrupción? ¿Honestamente creemos que reemplazar las licitaciones internacionales por adjudicaciones directas a amigos y allegados es el camino para aumentar la transparencia de la gestión pública?
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.