Insisto, en la Argentina del Indek los supuestos records de recaudación no son otra cosa que el indicador más confiable del verdadero índice de inflación. Lo digo yo por acá y nadie me llevan el apunte. Lo dicen los “expertos” de Infobae y a todo el mundo se le cae la baba. Andá a garcar:
La desconfianza entre los economistas por los cambios en la forma de considerar las variaciones de precios, llevó a intentar descubrir cuál era la tasa de inflación implícita en el cobro de impuestos
Los cuestionamientos se centran en particular en los casos en los que existen controles o acuerdos de la Secretaría de Comercio Interior con las empresas o mercados centrales.
Estas alteraciones llevaron a utilizar fórmulas alternativas de cálculo. La más aceptada es estimar la variación de precios implícita en la recaudación del IVA, porque eso surge del efecto de las modificaciones de los valores de los bienes y servicios como de las cantidades que se consumen habitualmente.
ja ja ja, viste lo que es estar en el cutting edge de la noticia? todos te afanan letra! (por eso yo los vigilo de cerca a BlogBis y SineMetu, que nos e vayan a hacer los vivos)
ReplyDeleteEl abuelo economico tiene un muy buen post en el cual trata de calcular la inflación real usando
ReplyDelete1)Aumento de recaudación de IVA - Crecimiento de PBI - Disminución de evasión
2)Crecimiento de M3 - Crecimiento de PBI
Le daba algo como 15% y 17,5%
La verdad ninguna de las dos son maneras muy certeras de medir la inflación, pero mejor que el Índice de Precios al Konsumidor del INDEK.
Ahora cualquier aspirante a economista, polñitico o sindicalista va a tener su propia inflación, ya a nadie le importa la verdad.
Gustavo, Hay quienes estiman que la inflación real ronda el 20% anual (hay quienes dicen que está más cerca al 24%). Estamos hablando de esas cifras a pesar de crecientes controles de precios, trabas a las exportaciones, presiones a empresarios como en las peores épocas, congelamiento de tarifas y creciente intervención estatal en la economía.
ReplyDeletePor supuesto, como siempre pasó en la Argentina, por ahora el tema es un detalle menor. Estamos todos tirando manteca al techo. Mientras la cosa aguante, nos será extremadamente fácil encontrar apologistas del “nuevo viejo modelo” populista de la Argentina de Kirchner. Todavía hay quienes te quieren vender que todo esto no sólo constituye una novedad absoluta en nuestro historial económico sino que además funciona a las mil maravillas, mejor imposible.
En cuanto cambien las circunstancias políticas o se termine lo que hay para repartir, que a diferencia de lo que muchos creen se juntó durante los Odiados 90, lamentablemente volveremos a entender, esta vez de manera muy acelerada, que en realidad nunca tuvimos la menor oportunidad. Las Grandes Reflexiones en ese momento serán las mismas de siempre: cómo podemos haber sido tan repelotazos de creer que semejante bodrio iba a salir bien.