Jun 17, 2007

Según La Nación los “planes sociales” se reparten sin control, con absoluta discrecionalidad. Y, como si fuera poco y por el mismo precio, un personaje como D’ Elía dispone de 18.000 de los planes que están bajo sospecha.

¿A alguien más le llaman la atención estas cosas?

Insisto, perdón por ser tan disco rayado. El nivel de corrupción es directamente proporcional al grado de discrecionalidad de los funcionarios. Cuanto mayor es el apego a normas legales generales y parejas para todo el mundo, menor el grado de discrecionalidad. Cuando la discrecionalidad alcanza los niveles de la Argentina post golpe de fines de 2001, cuando no quedó en pie ni un solo contrato, las oportunidades de corrupción se multiplican exponencialmente.

En un país donde un funcionario controla absolutamente todo, desde el tipo de cambio hasta el precio de la tirita de Geniol, pasando por lo que se puede producir y exportar, creo que no hay que ser un experto internacional en política pública para saber cómo termina la historieta.

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