El Chango Cortina es lo que se puede llamar un verdadero profesional del empleo público. Mientras nosotros íbamos a clase en la universidad de una provincia vecina, él, que tenía unos años más, se ufanaba de la plata que ganaba en su puesto de la municipalidad de la capital, un pequeño islote radical en el amplio océano peronista de la provincia, y de las “minitas” que se “levantaba”.
Eso sí, todos los años se inscribía religiosamente en primer año de Contabilidad e invariablemente viajaba en bondi a cursar durante las primeras dos o tres semanas. Después dejaba hasta el año siguiente. Las presiones y el estrés de su puesto no le permitían estudiar y trabajar al mismo tiempo. Pero, de todos modos, el objetivo estaba cumplido. “Estudiante universitario” tiene mucho más prestigio social que “empleado público”.
Como no podía ser de otra manera, el Chango vivía en la casa de su papá y su mamá y fue Don Cortina el que lo hizo entrar a la municipalidad. Mientras nosotros cursábamos materias y rendíamos exámenes, con mayor o menor grado de éxito, el Chango se la pasaba tomando café y hablando de fútbol y/o “apalabrando minitas”, según su propia definición, de 7 de la mañana a una de la tarde, a veces en la municipalidad, a veces en alguna confitería del centro.
Un día, a fines de los 80, se apareció con un Renault 12 TL modelo 1985. ¿Regalo del padre, tómbola, lotería? Nada de eso. Esfuerzo propio. Después de meses de acomodarse, salteando una lista de espera fenomenal, por fin se las había arreglado para conseguir un puesto en la sección contable, liquidando jubilaciones. A meses de la hiper de Alfonsín, el redondeo era compulsivo. Pero siempre hacía abajo. La diferencia de la caja se la repartían entre todos los empleados de la sección. Había meses en que se hacían diferencias de varios sueldos.
También durante los últimos años de la Gloriosa década del 80, el Chango Cortina fue un pionero de los viajes en avión. Mientras todo el mundo debía bancarse 16 horas de rutas bombardeadas en colectivos destartalados, el Chango estaba en Buenos Aires en una hora y 45 minutos, gentileza de sus amigos del Partido Radical, que revendían al mejor postor los pasajes aéreos de favor que recibían del gobierno.
Con la llegada de la Convertibilidad su sueldo pasó a ser 250 pesos, o dólares, al mes. Y, para colmo, se le terminaron muchos de los curros de las buenas viejas épocas, como la compraventa de dólares y el cobro de cheques con plata de la caja de la municipalidad. Me imagino que el arancel por “apuramiento de trámite” lo podía seguir cobrando.
Justo antes del golpe de fines de 2001 y de la devaluación de enero de 2002, con la antigüedad y los ascensos, cobraba 1200 pesos en la mano. Un sueldazo de película para los parámetros de la administración pública municipal.
Ustedes me preguntarán cómo es que conozco detalles tan personales de su vida, como el monto de los sueldos. La pregunta viene al caso porque desconocen que el protocolo social de muchas localidades del interior hace que sea perfectamente aceptable discutir esos temas. Es más, la gente te lo pregunta abiertamente. ¿Papi, dónde estas trabajando ahora? ¿Y cuánto te pagan?
Después de años sin noticias, hace unas semanas me mandó un mail. Se encontró con un amigo que le pasó mi dirección. Me escribe para contarme lo bien que anda todo en el país y la provincia. Hemos recuperado la Dignidad. Sigue viviendo con sus padres, nunca se casó, y ahora tiene un “cargo directivo” en la municipalidad. Según sus propias palabras, la está levantando con pala, como nunca antes. Con los últimos aumentos, su sueldo se fue a 2300 pesos, unos 720 dólares, por mes. “Imaginate, ¡pasé de 1200 a 2300 en cuatro años!”. Argentina año verde, aunque todavía le falten 380 dólares para recuperar los ingresos que tenía hace 6 años.
Su militancia rabiosa en el radicalismo es cosa del pasado, Kirchner reemplazó a Alfonsín en su altar político. El Frente por la Victoria es la nueva UCR. Hay que trabajar por la continuidad del modelo, hay que trabajar por Cristina Presidente.
Le dije que me alegraba mucho y le conté del accidente.
todos tenemos un amigo de un amigo
ReplyDeleteSe habrá dado cuenta el que cobraba 700 mangos en los noventas y que ahora se hace de 2000 por ahí, de qué sigue en la misma?
ReplyDeleteYo honestamente creo que todos deben creer que el modelos les aumentó el sueldo...