Aug 20, 2007

Electores

Gabriela Pousa se pregunta quién vota al kirchnerismo:

Para desentrañar quiénes son los posibles electores del kirchnerismo, es necesario abordar las falsas y anacrónicas categorías que el actual gobierno se ha encargado de resucitar: izquierda, derecha y clases sociales, como si el proletariado pudiera tener acceso al poder o ser siquiera soberano en la Argentina.

Comenzando con las dos primeras categorías, puede afirmarse que no son éstas las que sumarán votos a la primera dama en octubre. El descontento con el gobierno nacional se ha ido incrementando a lo largo de los años. Tras el magro 22% de votos obtenido por la fórmula Kirchner-Scioli en 2003, la popularidad del primer mandatario logró su momento de gloria fundado más en anuncios escenográficos como la renovación de miembros de la Corte Suprema y la proclama de la “nueva política” que en una gestión concreta.

Al poco tiempo, la izquierda más “pura”, por llamarla de alguna manera y diferenciarla de aquella creada para necesidad presidencial, entendió que el Jefe de Estado había usurpado buena parte de su oratoria en pro de congraciarse con ella para armar poder político. Pero aquella proclama hacia agua al observar los hechos. Aquella izquierda dejó entonces de ser kirchnerista. La derecha, que ni sabía quizás que existía, encontró una nueva razón de ser: manifestar su desdén por el modus operandi de un Ejecutivo decidido a manipular derechos humanos, cercenar los valores institucionales y trastocar la historia nacional. Esta división ya anacrónica en el mundo todo, resucitó en la Argentina con el gobierno progresista de Néstor Kirchner. Sin embargo, éste no tiene un ápice de la izquierda vernácula ni orilla los lineamientos económicos de la que se denominara alguna vez la derecha-liberal o si se prefiere, conservadora. Kirchner no es una cosa ni la otra. Es más bien un oportunista.

Kirchner no nacionaliza. Traspasa paquetes accionarios a manos amigas. Genera crecimiento pero no desarrollo. Pregona la industrialización pero vive y se alimenta de las exportaciones y retenciones que le deja el sector agrícola. Asimismo, la industria fue el sector más perjudicado por la crisis energética que, para otros grupos sociales, como la clase media, no existió todavía. En la mentalidad argentina es necesario que se apague la luz del living o de la cocina para que se admita que el sistema energético colapsó. Peculiar forma de entender la política: “ver para creer” en algunos aspectos pero confianza ciega y entrega absoluta a una demagogia que vende espejitos de colores todos los días. ¿Cuál ha sido el sector beneficiado por el kirchnerismo? ¿Cuál es la base del electorado que tendrá Cristina? La respuesta parece ser imprecisa.

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