Aug 7, 2007

Puse un link el otro día sobre este pintoresco robo en Tucumán. Thompson, el corresponsal tucumano para el Opinador, me contactó con más detalles sobre el incidente:

"El intendente actual de Tafí del Valle se fue a cenar con su secretario y varios secuaces a un restaurante en la ciudad capital. Le roban el auto de su secretario (un Astra, como sabrás un auto modesto al que tiene acceso cualquier "secretario" en este país) y entran unos encapuchados. Asaltan el restaurante, a los comensales y escapan en el Astra, que dejan luego abandonado sin saber que en el baúl había una cajita con 60 mil dólares en efectivo (no 50 como se dice) y cheques por unos 100 mil pesos mas. "... hermano... esa guita no es nuestra. Nos la plantó la opocición para hacernos quedar mal"- reclama el funcionario. A la par de la guita había un pasaporte y 3 DNIs (que por razones legales no se sabe aún a quienes pertenecen). Obviamente, como nadie sabe quienes son los ladrones, salí por la city bancaria a buscarlos. Estaba convencido que serían dos tipos con las cabezas vendadas de tanto darle ancazos a la pared por haber sido tan pejertos de no revisar el baúl del Astra."

Dice Thompson que éste es un fenómeno bastante común en nuestras tierras. A diario, inocentes ciudadanos son objeto de la viveza de inescrupulosos ventajeros. A renglón seguido, advierte sobre la siguiente práctica deleznable, muy en boga en nuestros pagos:

"Mirá viejo, sin ir más lejos, el otro día me pasó algo parecido a mí. Resulta que me tendieron una trampa y cai como el más gil... (yo que siempre trato de andar atento a este tipo de cosas) y parece que no fui el único paloma que cayó... y que se le va a hacer, a cualquiera le puede pasar.
La hacen (por lo menos a mí me pasó allí) en el estacionamiento subterraneo del supermercado VEA de la Sarmiento. Así funciona el engaño: dos chicas muy lindas de entre 18 y 20 años se acercan al auto mientras estas cargando en el baúl las bolsas de las compras del súper. Te empiezan a limpiar el parabrisas sin permiso, con esponjas, y de la nada dejan salir disimuladamente una lola de sus apretadas remeras. Cuando terminan, para darles las gracias, intentás darles una propina. Ellas la rechazan y te piden a cambio que las lleves a la Esquina Norte.
Si aceptás, suben y se sientan en el asiento de atrás. Mientras vos manejas empiezan entre ellas a hacer juegos sexuales, y cuando vas mas o menos por la plaza Urquiza, una de ellas, haciéndose la agradecida, se sube en el asiento de adelante y te empieza a manosear entero, mientras la otra sin darte cuenta te roba la bolsa del pan y los yogures. Con este ingenioso sistema me robaron la compra del lunes, dos veces el martes, hoy a la mañana y seguro mañana tambien...
Tengan mucho cuidado!!!!!

Saludos.
Frederick

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