El grado de disparate en el que vive gran parte de la Argentina, comenzando por este gobierno pero lamentablemente incluyendo a millones de argentos, ya alcanza ribetes verdaderamente surrealistas. Como vengo diciendo por acá, un disparate suele llevar a otro mayor.
Es muy triste, pero lamentablemente somos absolutamente incapaces de adelantarnos a los acontecimientos y necesitamos que las circunstancias nos exploten en la cara para reaccionar. Hasta hace unos meses todavía había muchos analistas, expertos y periodistas especializados de primera línea que nos aseguraban una y otra vez que esta vez la cosa seguro terminaba bien.
Pasaron varios años y, como no podía ser de otra manera, llegó el momento de pagar los costos. Porque contrariamente a lo que creen mucho argentinos estas locuras no son gratis:
"Al Gobierno hay que darle los Nobel en Física y en Química, porque ha conseguido que luego de reducirle a la industria un tercio del suministro eléctrico, la producción aumente casi diez por ciento, es fantástico", ironiza un hombre de negocios que ilustra de ese modo la incongruencia ya insoportable de las estadísticas oficiales.
Las cifras del Indec sobre producción industrial dicen que en agosto respecto de julio, y eliminando las variaciones atribuibles a cuestiones estacionales, la industria creció 7,2%, lo que es muchísimo. Pero resulta que la medición de FIEL dice que el aumento fue de sólo 0,1%. Respecto de agosto del año pasado, la variación oficial es un incremento de 9,8 por ciento, mientras FIEL, en cambio, registra un rotundo cero. ¿Esas diferencias pueden deberse a distintas metodologías? No parece. No hay antecedentes de semejantes divergencias, que sólo aparecieron cuando en el Indec se comenzó a manipular la información.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.