Enrique Szewach explica que no hay misterio en alza de precios:
¿La inflación en la Argentina se está acelerando «misteriosamente»? La respuesta a esta pregunta resulta relevante porque, como sostuvo el jefe de Gabinete, y como marcaría la «ortodoxia», un país con superávit fiscal, tipo de cambio fijo y sin financiamiento monetario al gobierno, no debería tener un fenómeno inflacionario sostenido. De manera que, si efectivamente, la tasa de inflación se está acelerando, como lo comprueban las estimaciones privadas, las oficinas provinciales de estadística y cualquiera que haga compras sistemáticas en el país, debemos estar ante un fenómeno «nuevo» que no podría llamarse inflación. Cambio de precios relativos, Movimiento estructural de los precios de los alimentos, Adaptación de la demanda a un nuevo «equilibrio», Convergencia de la economía postshock devaluatorio de 2002, entre otros, han sido los distintos eufemismos utilizados por funcionarios públicos y economistas cercanos al gobierno, en su intento por redefinir y explicar lo que «la teoría convencional no explica».
Sin embargo, cuando una teoría fuertemente probada local e internacionalmente «falla», antes de buscar explicaciones alternativas o definir un nuevo « conundrum» a la Greenspan, sería conveniente revisar los datos. Entiéndase bien, no me niego al «progreso científico», ni me apego neciamente a viejas ortodoxias, simplemente sugiero que antes de desechar la teoría más simple, hagamos una evaluación más precisa de los datos relevantes. Repaso entonces los «pilares».
No, negativo. La inflación se debe al aumento de precio de la papa. Obviamente por la codicia de la cadena de intermediación parasitaria. Y el FMI.
ReplyDelete