La lógica del doble estándar, por Carlos Escudé:
Gran Bretaña, adjudicataria del asiento de negros en nuestras tierras, fue uno de los más entusiastas imperios esclavistas a principios del siglo XVIII. Cuando a fines de esa centuria, gracias a sus avances industriales, se encontró cincuenta años por delante de sus competidores más cercanos, la esclavitud dejó de ser funcional para su economía. A partir de entonces, los británicos se transformaron en campeones del abolicionismo. En parte gracias a su campaña, hacia 1889 ya no quedaban esclavos en los países de Occidente. Pero si hubieran renunciado a la explotación de esclavos dos siglos antes, sólo habrían conseguido abortar su propio poder, volviéndose impotentes para la promoción de cualquier causa de derechos humanos.
Estas reflexiones sugieren que la de los derechos del hombre es una historia "natural", en el sentido en que lo es la evolución de la vida postulada por Darwin: un transcurrir en el que no se puede llegar a una etapa superior sin haber transitado por las inferiores. Y este teorema conduce a una controvertida cuestión. ¿Cómo ha de manejarse Occidente en conflictos violentos con culturas o segmentos de civilizaciones que todavía no han llegado a la etapa en que los derechos humanos se consagran como derechos positivos?
El libro de Robert Cooper (es de 2003, no 2004) es muy interesante. Cooper, que es diplomático de carrera, tiene varias cosas escritas sobre males atribuibles a la descolonización. Es políticamente muy incorrecto
ReplyDeleteGracias por el tip, Carlos. A agregarlo a la lista de lectura.
ReplyDeleteEl paralelismo es un figura literaria o en serio? Digo el que haces entre la evolucion biológica y la de la cultura. s2
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