¿En qué quedamos?

Gran indignación en todo el mundo y acusaciones de racismo porque el doctor James Watson, ganador del Premio Nóbel en 1962, sostuvo que los blancos son más inteligentes que los negros. Un museo británico ya canceló una charla que iba a dar el experto por este motivo.

Creo que este señor está equivocado en su observación. Pero no puedo dejar de notar el doble estándar de tanta gente que se autocalifica como intelectuales o académicos. Si Watson dice algo como esto, muy poco políticamente correcto, le saltan a la yugular inmediatamente. Quema en plaza pública ya mismo.

Pero invitar a un sátrapa de cuarta como Ahmadinejad, el presidente iraní, a dar una conferencia en una universidad de primera línea de EEUU para despacharse en contra de los judíos y homosexuales está bien porque entra dentro de la “libertad de expresión académica” y de la corrección política.

Un asco.