La magia del etanol

Alberto Benegas Lynch explica que la magia no existe:

Lamentablemente se insiste en las prendidas alquimias de los aparatos estatales. A partir del último discurso anual sobre la Unión de Bush ante el Congreso de Estados Unidos, se puso de moda la peregrina idea de que, con solo desearlo, es posible convertir al etanol en un sustituto de la energía que hoy genera el petróleo. Así, el gobierno norteamericano decidió destinar compulsivamente millones de dólares de los bolsillos de los contribuyentes para subsidiar el nuevo producto.

Desde luego que no es original la idea de hacer aparecer como rentable algo que en verdad no lo es debido a la transferencia por la fuerza de recursos de un lado a otro. Viene de tiempos inmemoriales. Todos los gobierno autoritarios lo han empleado. Ahora Brasil y otros se acoplan a la fantasía estadounidense. El trillado argumento de “la independencia” conduce a que se compre mas caro con lo que indefectiblemente se pierde independencia.

Todavía no hemos comprendido que los recursos son escasos y que su empleo coercitivo en un área es necesariamente en detrimento de otra preferida por la gente, por ello hace rentable unas operaciones y perdidosas otras.