Y es que allí el viejo comunista anticapitalista del siglo XIX se disfrazó de proteccionista en el siglo XX y cambia otra vez de camiseta en el siglo XXI para ser medioambientalista.
No hay caso, no puedo evitarlo. Cada dos o tres días vuelvo a leer esta columna de Alan García, el presidente peruano, en El Comercio de Lima. Básicamente para comprobar que sigue ahí y que fue efectivamente García el autor.
Si no lo hicieron, no se la pierdan, no tiene desperdicio. Impresiona la abierta defensa del derecho de propiedad de un ex populista como éste. Pareciera que finalmente comprendió que existe una relación directa entre el respeto irrestricto de ese derecho y la prosperidad.
¿Se trata de un cambio de verdad o de una de las tantas metamorfosis camaleónicas por conveniencia de los políticos latinoamericanos? No lo sé. Pero el esfuerzo para diferenciarse del socialismo nacionalista de la región es muy grande.
Si uno de los más destacados representantes el pobrismo regional cambió de esta manera, me pregunto si hay esperanza para los Kirchner.
Luis, para mí ese artículo de Alan García es casi una pieza de colección. Y no sé si da para colgarlo en un cuadro.
ReplyDelete¿Qué opinás? Pregunto para saber.
Pero lo más increíble son las cosas que dice este tipo. Parecen dichas por un político o académico 100% liberal. Y aún no puedo creer las cosas que dice Alan García, porque no nos olvidemos quien era hace cosa de 20 años.
Así como están las cosas, al Perú le irá bien, aunque todavía falte mucho.
Increíble, Andrés, ¿vos crees que hay alguna esperanza de cambio para los políticos argentos?
ReplyDeleteEn el caso de los políticos argentinos lo dudo, pero esto es Argentina y también, es una caja de sorpresas.
ReplyDeleteCreo que el cambio es posible, de todos modos. A lo mejor en una de esas nos estrellamos contra la pared, pero el tiempo dirá.
ReplyDeleteSi bien soy pesimista respecto de Argentina, ya que creo que las cosas seguirán igual o peor, guardo cierta esperanza respecto al país. Es más, todavía no pierdo dichas esperanzas, si bien no son muchas.
Si no aprendimos nada en 2001-2002, olvídense(n).
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