Manuel Solanet:
La inauguración del Museo de la Memoria (debería decirse de la Memoria Parcial), incorporó todos ritos y expresiones que Néstor Kirchner suele utilizar cuando sobreactúa su pretensión montonera. Pero en esta ocasión, el acompañamiento de su señora tuvo un significado distinto al habitual. Ahora es la presidente electa. En este período sus actos implican definiciones que van más allá de lo que pueda significar el acompañamiento de la primera dama. Pues bien, en este caso en ese acto sobraron elementos como para interpretar que nada cambiará en esta materia. El discurso aparentemente conciliador de la noche del triunfo electoral queda por ahora como un rapto fugaz e insincero.
Sigue vigente esto.
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