Un clásico de los 70 que solía contar mi viejo.
Un señor se muere y cuando llega a las puertas del cielo debe esperar en la cola para entrar. Cuando le llega el turno a la persona que estaba adelante suyo escucha que cuenta que puso varias bombas en comisarías, escuelas y hospitales, mató a 35 policías y 50 civiles a sangre fría. Se queda helado cuando la respuesta es “al cielo" y lo dejan pasar.
Cuando le llega el turno explica que toda su vida había hecho obras de beneficencia, colaborado con Caritas y mantenido a su madre anciana. Cuando la respuesta es “al infierno”, desesperado, implora por su alma: ¡ehh, San Pedro!
Y el guardián del portal le responde: “Qué San Pedro ni San Pedro, ¡Santucho!”
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