A pedido de das Publikum, como diría el prócer del capitán Gerd Wiesler(RE), subo fotos del norte bonaerense, que habito.
En homenaje a Al Gore y a mi billetera, monté mi humilde bicicleta munido de mi humilde Sony w5 y partí raudo hacia las aguas del Plata, antes de que se las roben.
Debo agradecer a la fortuna y al enfriamiento global porque están haciendo unos días primaverales (downright peronistas) este diciembre. La bicicleta es un imperativo moral, casi patriótico.
En la parte superior de su monitor, señora, la plazoleta cercana a la estación Acassusso, por donde trabajé allá lejos y hace tiempo. Acá me traía la vianda y almorzaba.
Cuesta abajo y con elegancia, una notable alegoría de la Argentina. En bicicleta es un problema. Alguna de las casas de por ahí debe de ser de algún ministro o de algún numerario de la UIA.
Casi el río, la casa de arriba al medio debe tener una vista gloriosa, más deseable aún en la llanura.
Regreso y encuentro a una felina traviesa recuperando sus energías tras leer sendos libros sobre fortalezas y superfortalezas.
Muy lindas fotos, que siga la serie.
ReplyDeleteExcelente trabajo de investigación!
ReplyDeletegrande Acassuso, pasaste por Olivos?
ReplyDeleteOlivos, por Panamericana. Un día de estos paso por la plaza y el centro.
ReplyDeleteEn cualquier momento me hago el Tren de la Costa, en el que increíblemente no viajé nunca.
Yo tampoco. Pero si habre caminado esas vias entre Bartolome Mitre y San Isidro tirando piedras con la gomera cuando eran solo vias abandonadas. -- Fui al comercial de San Isidro, y vivia en Ugarte y Espana en Olivos
ReplyDeleteSacale a la Avenida Maipu!
ReplyDeleteYo trabajé unos años por Francia cerca de Irigoyen, bastante cerca de tus lares.
ReplyDeleteCuando vaya por Olivos saco fotos.