Mario Vargas Llosa sobre el juicio a Fujimori en Perú. Lamento disentir pero no es la primera vez que un gobierno democrático juzga a un ex dictador. Más allá de los errores y la politización, ya lo hizo la Argentina a mediados de los 80:
Parecería imposible pero ha ocurrido: Alberto Fujimori Fujimori, que durante diez años gobernó el Perú con la brutalidad de las peores satrapías de la historia, está ahora en el banquillo de los acusados para responder por sus delitos ante la Corte Suprema de la República. En el primero de los juicios que se le siguen, por allanar ilegalmente el piso de la esposa de su cómplice, Vladimiro Montesinos, disfrazando a uno de sus colaboradores militares de fiscal, en busca de los videos de la corrupción que podían comprometerlo, fue condenado, el martes 11, a seis años de cárcel y a una reparación civil de 400 mil soles. Y la víspera, el lunes 10 de este mes, se inició el megajuicio en el que el fiscal supremo ha pedido para él, por su responsabilidad en dos de los más crueles asesinatos colectivos cometidos durante su gobierno, los de Barrios Altos y La Cantuta, treinta años de cárcel y el pago de 100 millones de soles.
Es la primera vez en la historia del Perú, y creo que en América latina, que un gobierno democrático, siguiendo los procedimientos legales y respetando las garantías que establece el Estado de Derecho, juzga a un ex dictador por los crímenes y robos que cometió en el ejercicio arbitrario del poder.
Lo que no le perdonan a Fujimori es haber liquidado a la zurda.
ReplyDeleteVargas Llosa tiene lo suyo, pero hay que reconocer que odia a Fujimori por ganarle, mintiendo como buen político, la carrera por la presidencia.
ReplyDeleteEso de "las peores satrapías de la historia" es típica hipérbole de Vargas Llosa que no controla su pluma cuando la bilis lo controla a él. Medido por parámetros históricos, Fujimori es un osito de peluche. De partida, no le llega ni a la rodilla a Pinochet (y Pinochet es acusado de liquidar el 10% de los que se acusa a los gobiernos militares argentinos; y estos últimos son niños de coro al lado de Castro, que es un aprendiz si lo comparamos con Saddam, Pol Pot, Lenin, Hitler, Stalin, y Mao, en orden ascendente).
Don Mario simplemente disfruta ahora de la dulce venganza que añoró por largo tiempo. Enhorabuena. Ojalá le sirva para escribir mejor ficción, porque los últimos trabajos han tenido un poco de olor a bodrio.
Sergio