Rosenwasser, desde Santiago del Estero:
Mira, lo de los aumentos de sueldos está limitado al sector público, que por lo menos acá en Santiago involucra directa o indirectamente al 50% de la población. En el sector privado la realidad es otra.
Hace unos días me encontré con la Catita Argibay, que trabaja hace años como administradora de uno de los sanatorios más grandes de Santiago. Hace de todo, desde liquidarles los salarios a los médicos hasta comprar los remedios para la farmacia, pasando por cambiar un foco quemado o arreglar la cadena del baño. Para colmo, si pasa algo a la siesta o durante el fin de semana (también trabaja el sábado a la mañana), la llaman a la casa para que vaya al sanatorio.
Me contaba que hace unos meses se les plantó a los tres médicos que son los dueños y consiguió que le paguen mil pesos en la mano, de los cuales 300 son en negro, es decir que no pagan aportes y se los dan en un sobre aparte sin recibo.
¿Sabes cuanto ganaba antes de la estafa de Duhalde? 600 pesos, o dólares en esa época.
Está desesperada averiguando si alguien conoce a alguien que la pueda hacer entrar al ministerio de salud.
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