Jan 16, 2008

Cambio

Interesante columna de Rosendo Fraga en Ámbito de hoy. ¿Es posible el cambio en la Argentina o debemos resignarnos al país actual?

Yo insisto, si ya lo logramos antes, no debería ser tan difícil lograrlo una segunda vez:

La historia desmitificadora nos dice que muchos de los próceres fueron corruptos, que el país exitoso del Centenario en realidad era una quimera inventada por las clases dirigentes para justificar sus privilegios, que nuestra obra literaria nacional, el «Martín Fierro», nos muestra ya entonces la realidad de la injusticia social, los consejos del Viejo Vizcacha -como hacete amigo del juez- evidencian que en realidad no hay nada nuevo en el tema de la falta de calidad institucional y el tango Cambalache de Discépolo, ya acercándose la mitad del siglo XX, nos confirma que la corrupción y la injusticia son algo inevitable en la Argentina.

Pero frente a ello, también se puede presentar una interpretación de acuerdo con la cual la Argentina fue uno de los fenómenos de cambio más relevantes del mundo entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. El país en un siglo pasa de ser aproximadamente el 2% de la economía de América latina al 50%; en un cuarto de siglo de vigencia de la Ley 1.420 de educación laica gratuita y obligatoria entre 1885 y 2010, el país logra ser el más educado de la región y es el país del mundo que recibe más inmigración europea de acuerdo con su población, superando incluso a EE.UU., porque las perspectivas de progreso eran internacionalmente reconocidas.

La primera línea de interpretación lleva a una aceptación del actual funcionamiento de la Argentina como el único posible; en cambio, la segunda plantea que los procesos de cambio y progreso son viables.

9 comments:

  1. Louis:
    Es para otro debate.

    Yo opino igual que RF.

    Que falta?

    Y digo mas: las oportunidades actuales son mucho mayores.

    Que falta?

    Inteligencia sobra (no en los politicos, desde luego)
    ramon cassino

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  2. el texto que está posteado en el link es de otro tema.

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  3. Jorge, RF hace un paralelismo con el análisis de la historia colombiana:

    "En mi opinión, la interpretación de la historia siempre es una clave central de la acción política y respecto de la Argentina se puede hacer un análisis análogo al que realiza sobre su país este historiador colombiano."

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  4. perdón!
    lo empecé a leer y como los primeros párrafos no encajaban con lo que comentabas en tu post pensé que habías pegado uno equivocado.
    gracias.

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  5. Necesitaba leer algo así.
    Me encanta la idea fundacional decimonónica.
    No sé si es un mito, pero mis mayores y otros vinieron al desierto y fundaron una provincia.
    Aunque las condiciones son mucho mejores ahora en mi lugar, el progreso (esa línea ascendente que determina que la generación siguiente vivirá mejor que la anterior) se detuvo cuando surgió el Estado como aparato político del partido que logra enquistarse en el poder y utiliza los recursos de la gente con fines electorales.
    No sé, creo que como no había nada y había que hacer todo, eran gente que no podía darse el lujo de vivir de arriba o cagando a los demás.

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  6. Muy largo de charlar. Yo sigo creyendo que si hay una solución pasa indefectiblemente por lograr ciertos consensos de mínima que nos aseguren un piso de racionalidad en lo político y lo económico.

    Es el camino que siguieron países como España, Irlanda y Chile.

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  7. Oclocracia, las ideas de Jauretche y otros predominan desde hace casi tres generaciones.

    Son a prueba de fracasos, como hemos visto y como volveremos a ver.

    Ese nacionalismo retrógrado que ve la traición en cualquier tipo de asociación con extranjeros.

    La visión cosmopolita ha sido derrotada y destruida, está en su punto más bajo.

    Para que alguna vez vuelva a ser dominante, harán falta muchas décadas y mucha buena fortuna.

    El pueblo cree que tenemos que "industrializarnos" protegiéndonos de la competencia extranjera porque sino vamos a ser sólo exportadores de materias primas y sólo los ricos se beneficiarían de ello y los pobres serían más pobres y no conseguirían trabajo bien remunerado. Y además que sólo un líder fuerte puede capear la ofensiva de los oscuros intereses foráneos.

    Con esas ideas, cada día nos estancamos más, con algún empujón a fuerza de devaluaciones y situación externa favorable a las commodities como ahora.

    Como dijo Julio César, la gente tiende a creer lo que quiere creer.

    Cada fracaso es atribuído a los extranjeros y a los cipayos, con una facilidad que demuestra que el pueblo quiere creerlo.

    Muchos en el blog, y en otros lugares, dicen: "habría que hacer tal o cual cosa".

    ¿Por qué no probás de subir las tarifas? ¿Por qué no probás de desregular o de retirar la cortina de hierro arancelaria y para-arancelaria?

    Durás 10 minutos en el poder, y no por una terrible conspiración, el pueblo también estaría en contra.

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