Rosendo Fraga sobre el nuevo conflicto internacional armado por los Kirchner. Creo que ni durante el último gobierno militar se llegó a este nivel de irresponsabilidad e improvisación:
Enfrentarse con la primera potencia del mundo puede ser popular en el corto plazo. Más allá de la historia y la opinión pública, existe un equívoco de la dirigencia argentina respecto de cómo funciona Estados Unidos: se piensa que es un país monolítico. A los dirigentes argentinos les resulta difícil entender que lo que piensa el Departamento de Estado suele ser diferente o tener matices respecto a los puntos de vista de Defensa y, a su vez, el Tesoro tiene otras prioridades. En el Congreso siempre se puede encontrar un legislador con el que uno coincide. Wall Street generalmente tiene prioridades diferentes de las de la administración, y la comunidad académica expresa razonamientos propios. Los medios son independientes y las posiciones de The Washington Post y de The New York Times expresan puntos de vista distintos y contradictorios. La división de poderes es una realidad difícil de comprender desde la Argentina.
El sesgo antinorteamericano que muestra la Argentina históricamente, ratificado por los sondeos, ha llevado al matrimonio Kirchner a escalar peligrosamente en un conflicto que no tiene precedente en un gobierno constitucional. Quizá la declaración de repudio a ese país por parte del Congreso sea una de las aristas más agudas del conflicto, al ser una toma de posición institucional.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.