Capítulo aparte para estas fotos. Estábamos en la explanada del Château Frontenac que da al San Lorenzo (el río, no el club de fútbol) y de pronto veo esto. No puede ser, salir a remar en el río medio congelado, debe ser peligroso. Pero no, deporte extremo nomás.
Muy interesante, remaban hasta donde podían y después arrastraban el bote sobre el hielo. Te la regalo.
¡Fresco pa´chomba!
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