El punto de vista de Manuel Solanet.
Yo creo que el modelo, buscado o no, es el del PRI mexicano, con su caterva rentada de pseudo intelectuales, artistas, periodistas, empresarios, políticos, dirigentes y demás al servicio del aparato partidario:
La palabra clamor es definida en nuestro idioma como un “grito o voz lastimosa que indica aflicción”, pero en la jerga de nuestro lenguaje político se la ha aplicado más de una vez al pedido unánime de una muchedumbre para que algo se realice. El caso que ahora nos ocupa es el de la llamada Operación Clamor que pretende que Néstor Kirchner asuma la presidencia, hoy vacante, del partido Peronista. Este sería el siguiente paso de un proceso de acumulación y retención de poder que se ha construido en base a la interacción del poder económico del gobierno nacional con la debilidad y obsecuencia de gobernadores, intendentes, legisladores, empresarios, funcionarios públicos y políticos. La claudicación de Lavagna marca el último episodio de borocotismo que muestra al extremo el desprecio por cualquier posición política anterior si de recibir alguna dosis de ese poder se trata.
Ha habido un uso discrecional e irregular de fondos nacionales, excluidos de los mecanismos de coparticipación federal, para comprar adhesiones y someter voluntades. De esta forma no sólo se ha construido el sucedáneo de un partido político en condiciones de ganar una elección - el Frente para la Victoria que es el partido del Estado en sí mismo- sino que también han podido violarse la independencia de poderes y los límites de la Constitución.
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