Mar 21, 2008

Creo que cada día está más claro que, buscado o no, el modelo de la Argentina Nacional, Popular y Progresista es el del México del PRI. Es el mismo que aplicó Kirchner en Santa Cruz y que llevó a nivel nacional a partir de su entrada a la Rosada por la banderola del baño.

El PRI, enquistado en el estado mexicano, tenía a Pemex. En la Argentina saudita Kirchner tiene al campo. Una gigantesca máquina de generar caja. En ambos casos, se trata de miles de millones de dólares por año manejados con absoluta discrecionalidad y sin el menor control institucional que les permite comprar adhesiones y lealtades a troche y moche.

Dirigentes, políticos – propios y de la oposición - , empresarios, formadores de opinión, periodistas, intelectuales y artistas pasan a engrosar entusiastamente las filas de los empleados y amigos a sueldo del régimen.

Cachito Figueroa, un miembro de la oligarquía sojera argenta, se pregunta por qué no volver al esquema que se aplicaba durante los 90. Es decir, eliminar las retenciones y recaudar el impuesto a las ganancias, como cualquier país normal, como nuestros vecinos.

Primero, porque las retenciones no gravan las ganancias del sector, se aplican a los ingresos brutos, sin tener en cuenta los costos. A medida que aumentan los costos de producir en el país, caen las ganancias y la base sobre la que se cobra el impuesto.

Segundo, porque el impuesto a las ganancias es coparticipable automáticamente con las provincias. Las retenciones no se reparten con nadie.

La hegemonía del PRI duró siete décadas, pero no fue eterna. El daño que le causó a México fue fenomenal. A tal punto que, a pesar de ya no estar en el poder, es muy probable que a la sociedad mexicana le lleve varias generaciones sacárselo de encima y desmantelar el vasto sistema clientelista.

¿Cuánto le llevará a Argentina?

2 comments:

  1. Luis, no es de mal, pero yo creo que esto dura en tanto y en cuanto sigan altos los precios internacionales de las commodities que Argentina exporta; dicho de otra manera, esto dura mientras haya para repartir.

    Pensá también que si no hubiese retenciones, no estaríamos hablando de este tema.

    Andrés

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  2. Es difícil comparar lo del PRI. México venía de una guerra civil de 10 años con casi un millón de muertos.

    Había una desesperación por la estabilidad.

    Y por lo menos sacaron de bueno el dogma anti-reeleccionista.

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