De la sección "Comentarios que ameritan un post", y a proposito de las universidades de hoy en día, los dejo con Sergio, un radical activista nacido en la People's Republic of Berkeley.
Lamentablemente, son las universidades "top" del mundo las que empezaron con esta moda de atacar a los productivos de todas partes y nivelar para abajo. La Universidad de París, donde enseñó ni más ni menos que Michel Foucault (el tipo no necesita introducciones con respecto a su nefasta influencia en docentes de Europa y las Américas, con excepción de Alemania, donde por razones que van más allá de lo cultural, los nativos no le dan mucha bola a lo que salga del otro lado del río), en su Ecole Superior de Hautes Etudes --Luis puede corregir mi francés-- lideró el camino después de la 2GM, pero antes no olvidemos que Heidelberg tuvo al anti-modernismo, antidemocrático, pro-nazi Heidegger que tenía ideas económicas salidas de la cabecita de Nietzsche, un patán al que han elevado al rango de filósofo que se merece cualquier loco borracho si aplicamos esos estándares a otros.
Aunque España no ha producido mucho en sus universidades en los últimos 400 años, la Complutense de Madrid, supuestamente lo mejorcito de la madre patria, declaró a Ronald Reagan Doctor Horroris Causa para burlarse de él por atreverse a llamar a la Unión Soviética "el imperio del mal," como si Reagan hubiese dicho una mentira.
Antonio Negri es un terrorista de la banda Brigadas Rojas, responsable del secuestro y asesinato de Aldo Moro. Negri huyó a Francia, donde los francesces, al mejor estilo actual ecuatoriano-venezolano con los narcoterroristas colombianos, lo protegieron y apañaron por 20 años, hasta que el gobierno italiano se comprometió a un acuerdo que a don Antonio le agradó (la familia de Aldo Moro no importa, claro): arresto domiciliario y cupo docente en la Universidad de Roma. La izquierda italiana lo considera un "mártir." Negri es co-autor, con el americano comunista Hardt, del libro "Empire" donde se tergiversa toda la historia de occidente desde el Renacimiento y se concluye con el ferviente deseo de que las masas morenas y negras se levanten y masacren a todos los blancos indeseables de Europa y América para que así el mundo sea feliz.
En Columbia University enseñó Edward Said, apologista del terrorismo palestino y del terrorismo musulmán. Dejó de ensuciar su cátedra al morirse porque ése no iba a renunciar ni la universidad iba a despedirlo: lo consideraban su instructor "estrella."
En MIT enseña Noam Chomsky. No creo que sea necesario decir algo con respecto a ese hijo de perra.
En las mejores universidades del mundo han enseñado y continúan presentes, pervirtiendo a sus alumnos y esparciendo su diarrea, algunas de las mentes más peligrosas del planeta; gente cuyo ideal del profesor y de la sociedad está lejos de lo racional o siquiera de lo justo. Luminarias como Julia Kristeva, Bruno Latour, y Luce Irigaray (todos franceces) inventan pseudo-ciencia para impresionar a los ignorantes y como sus alumnos y lectores suelen ser huérfanos de matemáticas, pocos entienden que lo que se les presenta como rigor científico es basura. No es de sorprender que de centros de enseñanza tales surjan ideas y conceptos absolutamente divorciados de la realidad, como las ideas foucalteanas de poder y sumisión, o las ideas de Derrida (profesor de mi alma mater, la Universidad de California en Irvine) de que la realidad es texto y todos los textos tienen absolutamente el mismo valor. Bajo estos prismas, un país puede alegar que lo someten los poderosos y que la inseguridad ciudadana, la inflación, y el empobrecimiento son simplemente "sensaciones."
La London School of Economics se negó por décadas a enseñar economía que valiera la pena y porfió en enseñar socialismo bajo diferentes nombres. El director del Centro de Gobierno Global del LSE es Meghnad Desai, un marxista declarado que no por ser más lúcido que otros rojos está menos equivocado.
Podría seguir en el tema media hora. Libros recomendados:
TENURED RADICALS de Roger Kimball
FASHIONABLE NONSENSE de Alan Sokal y Jean Bricmont. Estos dos autores son de izquierda, al contrario de Kimball, que es de derecha. Pero Bricmont y Sokal representan una izquierda que se apega al rigor científico y a la lógica. Se derraman de repente sus ideas políticas, pero no espero nada menos de gente comprometida. Yo soy igual. Lo que no tolero es a los poseros que pretenden saber y no saben, a los ignorantes con título, a los terroristas que pretenden ser profesores: en general, a la basura que ha estado por décadas enseñando en las Américas y Europa, socavando las bases de la mejor sociedad que ha visto el mundo.
Sergio
Me ganaste de mano, excelente.
ReplyDeleteNo olvidemos que Harvard le dió un puesto de profesor a Jamil Mahuad un corrupto ex-presidente ecuatoriano que entre sus logros tiene haber quebrado medio sistema financiero.
ReplyDeleteGracias, libertario. No sabía lo de Mahuad. Estoy seguro de que si Guevara hubiese sobrevivido la traición de su compinche Castro, habrtía terminado de instructor de ciencias políticas, o incluso de economía, en Yale, Princeton, u Oxford. La Sorbonne, por supuesto, le habría regalado un doctorado sólo por ser rojo.
ReplyDeleteSergio