Mar 1, 2008

Mentime que me encanta

Abel Viglione sobre el nuevo índice de precios.

En serio, ¿para qué siguen perdiendo el tiempo con estas cosas? Sería mucho más interesante que todos los meses el gobierno organice una gran ceremonia transmitida en vivo por en canal oficial en la que la pitonisa presidencial extraiga las entrañas de una gallina y anuncie el guarismo para el período:

Desde el punto de vista del consumidor, tiene ventajas manosear el IPC y mirar para otro lado mientras los precios suben, dado que no existe desabastecimiento de productos. Si pusieran precios máximos a cumplir a “rajatabla” desaparecerían los productos de las góndolas, como aconteció durante 1973-1974 durante el ministerio de Gelbard, período de “inflación cero” y “productos cero”.

Tiene desventajas manosear el IPC, pues el peso pierde las funciones de unidad de cuenta y reserva de valor; recuerde que los cálculos en 1989 se hacían en dólares. Al destruir la unidad de cuenta (peso ajustable por CER) también se destruye el mercado de capitales, tanto para el Gobierno, si intenta colocar títulos en pesos, como para los consumidores, a los que se les aplicará una tasa de interés mayor.

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