Hablando del precio del petróleo. Hasta hace unos meses la cámara de comercio local vivía quejándose de que el precio de la nafta en esa zona era más caro que en Montreal y localidades vecinas, lo que era cierto.
Para arreglar la situación llegaron a un genial acuerdo con las distribuidoras para básicamente congelar el precio del combustible.
Por supuesto, mientras el precio del barril subía y el de la nafta local no se movía, todo fantástico. Pero, cuando el barril bajó un par de veces y el precio del litro en las estaciones de servicio no acompañó la tendencia, empezaron las quejas.
Las compañías petroleras se aprovechan y nos esquilman.
Aparentemente a los “hombres de negocios” de la zona hace falta explicarles que con este tipo de ideas maravillosas las subas de hoy son compensadas con las bajas de mañana. ¿O sinceramente pretendían que el precio no se mueva para la suba y sí lo haga para la baja?
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