Me sorprendió encontrarme con algunos argentinos en los lugares más turísticos de los alrededores de Orlando y Miami. No tantos como los brasileros, que eran una plaga y se compraban todo, o como cuando estábamos mal en los 90, pero bastantes.
Creo que, para la lógica perversa del “modelito pobrista”, es otra señal inequívoca de que se impone una nueva devaluación patriótica que ponga las cosas en su lugar. No puede ser que la negrada no haya entendido que esas cosas no se hacen.
Cuando te fuiste salió un dato de que los argentinos (no sé cuántos) ya gastan lo mismo afuera que en la década nefasta.
ReplyDeleteIgualmente sería bueno saber cuántos argentinos...
Tuvo que pasar una década para que se supere, es hora de otra devaluación comepetitiva para el pueblo.
Gracias, Iván, lo agregué en un link.
ReplyDeleteLa hipocresía de los medios. Aunque era un nene en los noventas, no creo que hubieran tratado este dato así a la ligera como lo hacen ahora.
ReplyDeleteEn los noventas seguro fue algo así como "la muerte de las playas populares", "plata dulce, argentinos egoístas", y cosas así.
En fin, son de cuarta.
Luisito, hay que considerar que en este Modelo de la Producción, el Empleo, la Dignidad, la Memoria, las Carteras Louis Vuitton y el relato, la actividad turística argenta está totalmente de la cabeza. El fin de semana larguísimo de Semana Santa averigué para ir a la costa. No te exagero: cuatro días de apart hotel en Pinamar unos módicos 2.000 pesitos. Para estadías un poco más prolongadas ya es más barato ir a Ft. Lauderdale o a Vero Beach, o a Aspen que a Cariló, Mar de las Pampas o Las Leñas.
ReplyDeletePaís en serio. Jé.