Esta mañana regresé de Colombia, todavía no me pude dar un baño y ya estoy posteando de nuevo, porque el patrón dice que bajó la productividad del blog.
De a poquito van a ir saliendo los posts, por ahora los dejo con el campeón de la lucha de clases, engalanando con su nombre el salón VIP de Lan-Chile en el aeropuerto de Santiago (al cual sólo pueden acceder los poseedores de tarjetas Zafiro y Esmeralda, de ninguna manera un simple Rubí como yo).
Es inevitable... el capitalismo devora todo a su paso. Primero convierte al Che en una remera, y ahora esto.
Bienvenido, Mike. ¿Todo bien en la tierra de los traidores vendidos a los yankis que osan intentar salir del atraso y la pobreza?
ReplyDeleteNosotros los progres somos así, fieles a nuestra tradición del colonialismo cultural azoguista, seguimos vendiendo el equivalente ideológico de espejitos de colores.
Aquello de la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace es un invento del imperialismo.