Kristina tiene razón

De carne somos

El discurso de Kristina Presidenta de ayer expresó unas cuantas verdades:

No estamos - me parece - dispuestos a cambiar nuestra dieta alimentaria; por el contrario, para que ustedes tengan una idea, estamos consumiendo casi 70 kilos de carne vacuna por año y casi 30 kilos de pollo por argentino, casi 100 kilos de proteína animal, un caso único en el mundo.

...esta resolución del 11 de marzo, además, por primera vez, en la Argentina reduce la retención de maíz y de trigo, que es lo que también nos interesa tener a los argentinos.

Esto quiero que quede muy claro, aún sin la compensación, que más tarde voy a describir, y que ha hecho también el ministro, aún sería rentable.

No porque ser rico esté mal, lo he dicho ya en reiteradas oportunidades, sino porque es necesario que, además de que haya muchos ricos, haya muy pocos pobres y casi nada de pobres.

Pese al boom agropecuario sólo hemos logrado crecer, en este sector, un 1,5 (en empleo) o sea que nosotros podríamos tener esta fantástica cosecha, que tanto sirve y ayuda al país, pero seguiríamos por el nivel de ocupación que produce el sector en el 21 por ciento de desocupación. Un poco el modelo de 1910, del Centenario, donde un pequeño sector concentraba la riqueza, mucha riqueza, éramos el granero del mundo, pero también éramos un país con mucha miseria.

Esto no está mal, no estoy haciendo una crítica a la "plantita" (la soja) que tiene un altísimo valor proteico, similar a la carne, pero que, reitero, no es del gusto ni de la dieta alimentaria de los argentinos.

Un campo dedicado a la soja requiere 1 o 2 puestos de trabajo ... una minipyme familiar que, por ejemplo, presta servicios a la agroindustria en materia de pan, genera aquí, en provincia de Buenos Aires, 12 a 14 puestos, una minipyme.

Uno va a poder rechazar una medida en la que cree que si iba a ganar un millón y medio ahora va a ganar un millón trescientos, seguramente le hubiera gustado ganar un millón y medio, eso hasta puedo entenderlo como Presidenta y, fundamentalmente, como ser humano.


La Argentina es una democracia y los valores y propuestas que suscribe y apoya la amplísima mayoría de los argentinos son las expresadas en el discurso. La gente del campo también las suscribe, sólo se opone porque se dieron cuenta de que ahora son el pato de la boda.

Veamos:

1) Queremos comer asado barato, no verduras ni fideos ni ensalada ni menos aún, pescado, entonces prohibimos la exportación de carne. Ni que hablar de las milanesas de soja, una aberración apátrida que ni los perros callejeros argentinos quieren.

2) el gobierno determina cuál es la rentabilidad aceptable de cada actividad de acuerdo a un "plan maestro".

3) la función primordial de los emprendimientos comerciales es la de contratar empleados, luego vienen la rentabilidad y la producción y comercialización de bienes y servicios.

4) Mientras exista un pobre, un rico (que no sea abogado, industrial o político) es un paria sin derechos.

El pueblo argentino en pleno no cree en las bondades del capitalismo. Piensa que eso funciona en otros países pero no en Argentina. Piensa que el capitalismo conduce al supuesto "modelo de 1910". Piensa que el estado debe "redistribuir", debe planificar, debe decidir qué y cuánto se hace y qué no se hace. Piensa que las ganancias deben tener un techo, que sin industria protegida y subsidiada, sin un "fuerte mercado interno" seremos siempre unos pocos ricos y muchos pobres y desocupados.

Al pueblo argentino le tienen sin cuidado las ideas de la seguridad jurídica, de la garantía de los derechos de propiedad y del cumplimiento de los contratos, del comercio internacional como fuente de riqueza, de la conveniencia de la inversión extranjera (salvo para poner plantas automotrices o industriales). Piensan que todas estas ideas poco o nada tienen que ver con el progreso, al que llaman desarrollo.

El pueblo votó con acierto a los mejores candidatos para aplicar estas ideas. La oposición también las suscribe. Las provincias del "campo" también votaron "Kristina Presidenta de los Argentinos".

Este paro rural no es nada más que un episodio más de la eterna "puja redistributiva" en los países muy intervencionistas.

Nosotros creemos algo muy diferente, pero somos una gota en el océano.