Pensar que seguimos hablando de consensos mínimos. Estamos tan lejos.
Alperovich, dignísimo representante de la dirigencia de la Argentina kirchnerista.
El gobernador de Tucumán sostiene públicamente que garantizar la libertad de expresión no se encuentra entre las funciones del estado.
Situación muy particular la de provincia de Tucumán.
ReplyDeleteEl "tucumano" en general parecería aprobar la figura de un líder o caudillo. Calculo que está en la naturaleza misma de sus habitantes, aguerridos, peleadores, pueden ganar por la razón, pero no hay problemas con las piñas. Parecería lógico que pretendan un tipo poco democrático en el poder, un líder (al estilo de don Alperovich) a quien puedan obedecer, seguir o, simplemente, temer.
Dicho sea de paso el gobernador así lo siente cuando expresa "yo construí caminos, yo hice escuelas, yo dí empleo público, yo doy, y yo quito, etc." y nadie le dice nada de la naturaleza de su función (obligación de administrar recursos públicos para el logro de las condiciones necesarias para el desarrollo de las personas a las cuales representa).
Como contador y empresario que es, no conoce y no le interesa conocer acerca de derechos y garantías de los individuos, ni tampoco de las instituciones republicanas, sólo le interesa el "poder" para desarrollar mejor sus habilidades de hombre de negocios. Por ello, jamás garantizará la libertad de expresión, ni la independencia judicial, ni cualquier otra institución que pueda obstaculizar su camino, el cual tiene bien decidido a pesar de su enfermedad.
Por ello resulta un tanto particular (y a veces triste) que Tucumán, cuna de Juan B. Alberdi, y de muchos hombres de derecho pueda tolerar tal tipo de "líder".
Lo que se dice, una república bananera. Un gobernador dice la mitad de las barbaridades que dijo Alperovich en esa entrevista en un país serio y es carne de perros al día siguiente. Pero estamos en Argentina, un país que tiene el mote de "república" para hacernos reír un rato.
ReplyDeleteASI NOS VA.
De Pablo:
ReplyDeleteDefinición de Avión a chorro: una avioneta con un tucumano como piloto.