El Opinador Compulsivo

Enrique Szewach nos recuerda que el conflicto con el campo es esencialmente por plata. Está en juego nada menos que el "modelo":

En otras palabras, el gobierno intentó apoderarse de, aproximadamente, dos puntos de PBI -con los precios actuales debe de ser un poco menos- para, simultáneamente, aliviar las necesidades financieras del año; evitar un traslado a precios internos mayor del boom de precios de los commodities; desalentar, con un mecanismo muy burdo por cierto, el aumento de la «sojización», y, de paso, juntar unos pesos más para la cada vez más costosa política de subsidios varios.

De manera que cualquier negociación que pretenda terminar exitosamente debe contemplar dos cosas: 1. Menor apropiación del Estado de los ingresos de los productores. 2. Cambios de fondo en la política hacia el mercado de carnes, trigo y leche.