Se complica el panorama político en Argentina.
Cada vez se les animan más a los Kirchner. Señal clara de que huelen sangre y que la plata para comprar apoyos está llegando a su límite.
Reaparece Duhalde a hacer lo que no hasta ahora no hizo nadie de la oposición, apoyar abiertamente al campo en el conflicto con el gobierno.
Empiezan las divisiones dentro del peronismo, que en definitiva ocupa el rol de oficialismo y oposición. Una facción del partido busca el apoyo de Duhalde y llama a una “rebelión” contra las políticas oficiales.
¿En qué termina todo esto? No lo sé. Espero honestamente que la salida no sea como la del golpe de diciembre de 2001.
Ya lo dije antes. En la Argentina suele estar todo fantástico tropical hasta que, de pronto, deja de estarlo. Muchas veces en cuestión de semanas o días. La cosa aguanta mientras dure la caja. PERO, temita nada menor, en Argentina no podemos descartar una crisis política, aún con plata para repartir.
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