Jun 23, 2008

El enemigo de mi enemigo

Muy interesante post de Carlos BlogBis. Creo que se trata de un tema central.

¿Debemos dejar de lado principismos y apoyar a los que se oponen a Kirchner, aún a sabiendas de que son más de lo mismo?

Puede ser.

Yo no hablo de una Argentina liberal. Como ya dije varias veces por acá, a esta altura del partido me daría por muy bien servido con una Argentina normal, funcional, como Chile, Brasil o Uruguay.

Pero me preocupa mucho notar que la dirigencia rural tiene básicamente el mismo proyecto de país que los Kirchner, Carrió, Lasaña, Macri y demás. Las diferencias son sólo de forma. En el fondo es más de lo mismo.

El problema de Argentina no es Kirchner. El verdadero drama es que todavía haya tanta gente, incluida una amplia mayoría de las clases dirigentes, que cree firmemente que su proyecto de país es el correcto.

De más está decir que si reemplazamos a Kirchner por De Angeli, sin cambiar sus políticas, en pocos meses estamos en exactamente la misma.

Guillermo sostiene que tal vez deberíamos conformarnos con ser el ala liberal de algún partido masivo. Me temo que muy probablemente no quede otra. Tal vez deberíamos tener como máxima aspiración un populismo lo menos populista posible o un corporativismo lo menos corporativo posible. Es triste, pero a esta altura del partido debemos ser realistas.

Insisto, no pretendo un Locke o Smith reencarnado. Pero sí un mínimo de racionalidad y moderación. ¿Les gusta el Alan García, versión 2.0? Creo que no debería ser demasiado pedir para Argentina.

3 comments:

  1. No Louis:

    Esta recontra probado que no hay soluciones intermedias.

    Desde el treinta estamos mas o menos con lo mismo,y cada vez peor.

    En Argentina tiene que suceder una especie de "caida del muro de Berlin". Si sucedio alla,(cuantos estaban al tanto que iba a suceder y en que momento?)en un pais que le importa a muy pocos en el mundo.

    O puede suceder lo contrario, si Argentina importa por su potencial alimenticio, y bueno, por ahi alguien nos da una mano.

    En ese caso, los K, van a ser recordados, porque gracias a sus desastres, el pais cambio.
    Saludos a los amigos
    ramon cassino

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  2. Ramón, Yo creo que este nuevo fracaso va a quedar sepultado en aquello de que el camino es el correcto, falla la implementación.

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  3. Luis, a esta altura del partido yo creo que la única alternativa es formar parte del ala liberal de alguno de los dos partidos mayoritarios del país. ¿Por qué digo esto? Porque es muy fácil para todos aquellos que nos consideramos liberales pretender que de la noche a la mañana aparezca un Adam Smith argento como presidente, quedarse en la queja y masturbarse con libros de autores liberales (no me parece mal leerlos y llevar a la práctica lo que proponen, pero hay que ser realistas).

    Ya me lo dijo una vez Jorge Ávila en un post: los liberales clásicos son minoría acá y en todas partes del mundo, pero para gobernar necesitan de los conservadores. Y agrego otro dato más: para mí, en el mundo habrá pocos liberales, pero lo que es la derecha conservadora en sí, de esos sí hay muchos.

    En relación con el proyecto de un nuevo partido político liberal (Enlace: http://partidoazul.com.ar/), no me parece una mala idea, pero hay una pregunta que habría que hacer a aquellos que son miembros de esa organización: ¿Quieren gobernar o quieren quedarse en la oposición, siendo que los voten solo el 0,01% del padrón electoral? Pues, si quieren lo primero, mal que les pese van a tener que pactar con aquellos a quienes odian (y acá hago referencia al peronismo conservador).

    En mi caso, preferiría que se forme un gran partido de derecha republicana (con liberales y conservadores conviviendo).

    Andrés

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