¿Les hace acordar a algún otro país?
Con los días, me fui dando cuenta de que la diferencia más grande entre el país que había dejado y el que veía ahora no era la disminución de la pobreza ni la concentración del poder en manos del Presidente ni las irregularidades en la administración de la justicia, sino algo que podría parecer más sutil: una sociedad antes amistosa se ha convertido en malhumorada y revanchista. Una sociedad que antes miraba con interés hacia el resto del mundo ahora está ensimismada, casi morbosamente obsesionada con la política interna. La gente está enojada. Iracunda, más bien. Unos se sienten ultrajados por los permanentes insultos, desmanes y agravios del Presidente; los otros están convencidos de que sólo ellos conocen el camino que conducirá al bien y de que los opositores representan lo más vil del género humano.
Me gustó esta parte: "obsesionada con la política interna".
ReplyDeleteComo diría la filósofa Mirtha legrand: "Muy a la izquierda, muy politizada".