Jun 19, 2008

Virreinato del Río del Plátano


Que si es constitucional o no. Que si es confiscatorio o no. Que si es facultad del PE o es facultad del Congreso.

Qué importa todo eso?! Son detalles. En lo que pienso en este momento es en esta cara.



No estoy usando la desafortunada muerte de este muchacho para construir un argumento político. Aclaro desde ya, es una muerte accidental más. Este hombre perdió a su hijo porque un farol se le cayó en la cabeza. Negligencia, accidente... que sé yo. Estas desgracias ocurren en todo el mundo. Las hay de a miles cada día. Pero es imposible pensar en esta situación divorciada de su contexto.

Ya sé que soy repetitivo, y por ello vuelvo al punto de siempre: Hace siete años la gente salió a la calle porque estaba cansada, HARTA de la corrupción de la clase política. Ollas, saqueos y helicótero. Al unísono esta voz: "Que se vayan todos." No sólo no se fueron. Los votamos. Alperovich ganó en Tucumán el año pasado con el 80% de los votos.

Mañana parte el gobernador rumbo a Buenos Aires para discutir el tema de las retenciones. Las retenciones me importan un pito. Ese no es el problema de fondo. El problema serio es el destino que tienen los fondos recaudados por el estado, sea de retenciones, tarifas, impuesto a la perinola, etc. La pregunta es: Para qué más plata? Es tan difícil darse cuenta que es preferible quemar ese dinero antes que seguir alimentando este sistema africano que nos está hundiendo cada vez más? La gente en Tucumán arma carpas para hacer cola tres días con la esperanza de obtener una entrevista de trabajo en Wal-Mart. Mientras tanto, el gobierno de la provincia saca un decreto de necesidad y urgencia que dispone que no hay límite de gastos para la cumbre del Mercosur que se realizará en la provincia.

La presidenta le pide sacrificios a su gente mientra gasta millones para llenar una plaza con extras que corean su nombre. Un gobernador pide sacrificios mientras reparte plata para llenar esa plaza, cuando no para comprar votos. Un intendente recibe la orden del gobernador y manda a un empleado comunal a llenar colectivos con la promesa de dos billetes de 100 pesos.

Tan difícil es darse cuenta que esto no da para más?

En serio. De esta... saldremos alguna vez? Cuántas veces más gritaremos "que se vayan todos" para luego volver a la penosa normalidad que es nuestra realidad de los últimos 60 años?

Se puede solucionar esto en, digamos... 100 años?

Hay otra salida que no sea Ezeiza?

8 comments:

  1. Excelente post, Ramiro.

    Virreinato del Río del Plátano.... genial. Y esa debería ser la nueva bandera argenta, definitivamente.

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  2. ¿Puedo disentir?

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  3. Todas las provincias norteñas son feudos donde se da trabajo público a cambio de votos. Así se mantienen toda esa oligarquía de mierda que gobierna hace décadas mientras se llena los bolsillos.

    Pero no van a entender nunca nada si no se las deja solas sin la ayuda del gobierno nacional. Así aprenderán que el progreso no se gana con "inversión" en empleados públicos sino con libertad económica.

    Y aunque esto se ve perfectamente en esas provincias, también está muy extendido en las demás. Acá en buenos aires hay todo una casa de empleados públicos importantisisma e intocable. Aunque no inciden tanto como en otros lugares donde la primera fuente del empleo es el estado.

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  4. Grazie, Mike. No, Raquel ;)
    De acuerdo, Iván. Es una lamentable realidad la de las provincias del norte. Es mucho peor que lo que se ve en Buenos Aires, y decir eso es mucho.

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  5. Iván, no sólo las “provincias norteñas”. Es el modelo que se aplica en mayor o menor medida en todo el país. Si te interesa el feudalismo full – full, con aire acondicionado, no tienes más que ir hasta alguna de las intendencias del Gran Buenos Aires.

    Ni que hablar de las provincias patagónicas. Santa Cruz, por ejemplo, hace palidecer de la envidia a Santiago del Estero o Formosa.

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  6. Muy bueno, Ramiro.

    Es muy complicado. Yo insisto con que esto mismo, en algunas de sus versiones, es lo que quieren la mayoría de los argentinos.

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  7. El paternalismo es fortísimo, la maldición de la herencia española.

    Siglos creyendo que la solución de todo pasa por el estado, por el caudillo, por la centralización.

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  8. En esas provincias se nota más seguramente, pero quién no puede decir que el conurbano es otro gran feudo?

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