Esta editorial de El País ya está en casi todos los medios argentinos (por supuesto que por el momento Página 12 no acusa recibo) en internet.
Pero, el que fijó la estrategia política y levantó o bajó su pulgar según avanzaban las negociaciones o discusiones, fue Don K. Escuché a alguien decir que el espectáculo que hizo el ex presidente en ejercicio el martes en las puertas del Congreso fue semejante a lo de Herminio Iglesias en el palco de la avenida de 9 de julio, en 1983, cuando prendió fuego un cajón con el escudo radical. ¿Habrá sido así? Lo bueno de este país, es que uno no puede aburrirse, ¿no? Pablo |
Jul 19, 2008
Cristina fracasa
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Juro que recién lo leí hoy, con demora.
ReplyDeleteEsto dijo Leuco en su columna semanal en Perfil
"Pero sus gritos inconexos y su imagen desencajada convirtieron la escena en la remake del cajón que quemó Herminio Iglesias frente al Obelisco."
Pablo
¿Habrá decodificado la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner el mensaje transmitido por quienes se movilizaron en torno al campo, y el profundo sentido político que conlleva: el repudio por un estilo gubernamental pendenciero y agresivo, y la voluntad de la mayoría de los argentinos para apoyar estrategias basadas en diálogos y consensos?
ReplyDeleteEl estilo y la cultura de la pelea pandillera y las batallas desarrolladas por el "espíritu de guerra kirchnerista", atravesó en Argentina tanto los campos de la política interna como los vericuetos de las relaciones internacionales. Valga como ejemplo el conflicto -aún no resuelto- desencadenado con Uruguay por las denuncias del gobierno kirchnerista en torno a la instalación de la empresa Bosnia en las costas de ese país, tema fogoneado deliberadamente por la inquina y mala fé kirchnerista que aún, espera resoluciones en tribunales internacionales.
Como éste episodio, otros sucesos de descrédito internacional ha tenido que vivir la Argentina tanto por la ignorancia y mala educación de sus funcionarios como por la falta de un planeamiento estratégico en sus relaciones exteriores. Se comprende entonces el asombro que -por lo que sucede en el país- resuena en los medios de prensa de países modernos y avanzados y la falta de voluntad en ellos para emprender proyectos económicos y de desarrollo que puedan establecerse y crecer en nuestro territorio.
Argentina, por ahora, no es una país con suficiente fortaleza institucional como para garantizar la seguridad jurídica de inversores, cualquiera sea su rango.
Hay preguntas -aún no respondidas- cuyas respuestas serían cruciales para quienes pudiesen tener algún interés en establecer en nuestro país. ¿Se llamará a retiro NK como presidente de facto que, asociado a su esposa, co-gobierna la Argentina ? ¿A quiénes dedicará, de ahora en más, sus insultos y diatribas destinadas all ámbito productivo? ¿A quiénes acusará la Presidenta Cristina Kirchner, como responsables económicos de todos los males del país? ¿Cómo reaccionará ella ante la fuerza recién recobrada por una institución como el Congreso Nacional?
La presencia en el Gobierno de un Vicepresidente como Julio Cobos, quien -por su raigambre ligada al Partido Radical- procurará fortalecer un escenario donde se construyan diálogos y consensos, es uno de los pocos elementos que podrían hacer suponer algún fortalecimiento de la racionalidad política futura del gobierno.
El Gobernador de la Pcia. de Buenos Aires, Daniel Scioli, ha expresado la necesidad de que los funcionarios de gobierno, en tanto actores del conflicto, deban hacer una profunda autocrítica de lo actuado.
Sin embargo, el discurso apocalíptico y estereotipado que sigue sosteniendo quien ejerce la Presidencia de la Nación no da lugar a suponer avances a futuro. ¿Deberá el malhumor social buscar formas de expresión aún más contundentes?
Marian Robledo 20.07.08