Enrique Szewach sostiene que el problema es fiscal:
Paradójicamente, una parte importante del gasto se destina a subsidiar los precios de la energía y de ciertos alimentos, “para que no haya inflación”. Pero, para financiar ese incremento del gasto que permite “aislar” los precios internacionales y “tener precios argentinos”, hace falta recaudar más. Y ese recaudar más es el impuesto inflacionario, y los impuestos a la exportación. Dicho de otro modo, para financiar los subsidios a la clase media y alta de los precios de la energía, se recauda el impuesto inflacionario (que pagan mayoritariamente los pobres). ¡Eso es ser “progre”!
En la Argentina hay dos "constituencies".
ReplyDeletePor un lado, los pobres, que quieren subsidios, casas regaladas y no trabajar.
Y el resto, la llamada clase media y los ricos, que quieren que no suban las tarifas, cambiar el auto e irse de vacaciones.
Este gobierno cubre las necesidades de los dos grupos, por eso ganó las elecciones hace pocos meses.