Pensar que en una época, cuando se hablaba de lo nefasto que resultaba Bonafini y su banda para la causa de los derechos humanos en el país, se decía “ah, no, pero Estela de Carlotto es otra cosa”.
Siempre me opuse a esa distinción entre una y otra, pero debo reconocer que estaba equivocado: Carlotto es mucho peor que Bonafini.
Con toda su chifladura, Bonafini va de frente, y nunca ocultó su odio por nadie. Es capaz de reinvidicar el más perverso de los terrorismos, pero de frente, sin fingirse una defensora de la humanidad, ni esconderse en el rol de abuelita de Caperucita Roja.
De hecho ha sido de las pocas que reconoció que sus hijos participaron de una GUERRA REVOLUCIONARIA, y si bien es un atributo bastante módico, al menos nadie puede acusarla de mentirosa en ese aspecto.
Carlotto, por el contrario, ha representado durante todos estos años el papel de "buena", para que el periodismo bienpensante y los intelectuales (ahhh, los intelectuales!) la llenen de permanentes elogios y homenajes, y prácticamente la conviertan en un bronce viviente.
Pero la verdadera calaña (la hilacha, que le dicen) tarde o temprano, se muestra, y con todo el sexo explícito que ha practicado con los Kirchner, la Carlotto ha demostrado que su ODIO es igual o peor que el de Bonafini, que su INMORALIDAD es igual o peor a la de los propios Kirchner, que la han comprado por unos pocos millones de dólares.
Lo único que me reconforta, es que cuando caigan los Kirchner, ella, y sus mentiras constantes, y su nietita que jamás existió, también caerán. Para siempre.
Siempre me opuse a esa distinción entre una y otra, pero debo reconocer que estaba equivocado: Carlotto es mucho peor que Bonafini.
ReplyDeleteCon toda su chifladura, Bonafini va de frente, y nunca ocultó su odio por nadie. Es capaz de reinvidicar el más perverso de los terrorismos, pero de frente, sin fingirse una defensora de la humanidad, ni esconderse en el rol de abuelita de Caperucita Roja.
De hecho ha sido de las pocas que reconoció que sus hijos participaron de una GUERRA REVOLUCIONARIA, y si bien es un atributo bastante módico, al menos nadie puede acusarla de mentirosa en ese aspecto.
Carlotto, por el contrario, ha representado durante todos estos años el papel de "buena", para que el periodismo bienpensante y los intelectuales (ahhh, los intelectuales!) la llenen de permanentes elogios y homenajes, y prácticamente la conviertan en un bronce viviente.
Pero la verdadera calaña (la hilacha, que le dicen) tarde o temprano, se muestra, y con todo el sexo explícito que ha practicado con los Kirchner, la Carlotto ha demostrado que su ODIO es igual o peor que el de Bonafini, que su INMORALIDAD es igual o peor a la de los propios Kirchner, que la han comprado por unos pocos millones de dólares.
Lo único que me reconforta, es que cuando caigan los Kirchner, ella, y sus mentiras constantes, y su nietita que jamás existió, también caerán. Para siempre.