Entonces parte del chiste vale: hacerle una guerra a Estados Unidos, perderla feo, feo (con ocupación del territorio y muertes masivas por bombardeos de incendiarias y/o atómicas, eso sí. Nada de napalm por aquí, por allá y a llorar con mamita. No. Esto tiene que ser en serio) cosa que los humos se bajen tanto que no resurjan por unas dos generaciones, mínimo. Estados Unidos, lleno de culpa, se hace cargo, limpia la basura, ayuda a reconstruir, inyecta decenas de miles de millones de dólares, abre su mercado a los productos del derrotado, introduce nuevas técnicas de desarrollo, una verdadera democracia... El precio a pagar es caro, pero los resultados están a la vista. Si alguien me dice que Alemania y Japón ya eran industrializados cuando se la echaron de guapos con los estadounidenses y que por eso son hoy potencias, yo respondo que Corea del Sur era más pobre que cualquier país latinoamericano en 1950. Estados Unidos empató esa guerra, pero los coreanos perdieron más de tres millones de personas y su poca infraestructura quedó aniquilada. Hoy están entre las diez economías del planeta y en realidad en tecnología, innovación e ingeniería se comen viva a España, la "potencia" que siempre aparece posicionada por sobre Corea.
El problema con el chiste, claro, es la línea final: en caso de ganarle a Estados Unidos, se termina como Vietnam: pobre, cagado, y rogando que los "vencidos" en su victoria pírrica le pasen unos dólares.
Japón es la segunda y Alemania la tercera.
ReplyDeleteEntonces parte del chiste vale: hacerle una guerra a Estados Unidos, perderla feo, feo (con ocupación del territorio y muertes masivas por bombardeos de incendiarias y/o atómicas, eso sí. Nada de napalm por aquí, por allá y a llorar con mamita. No. Esto tiene que ser en serio) cosa que los humos se bajen tanto que no resurjan por unas dos generaciones, mínimo. Estados Unidos, lleno de culpa, se hace cargo, limpia la basura, ayuda a reconstruir, inyecta decenas de miles de millones de dólares, abre su mercado a los productos del derrotado, introduce nuevas técnicas de desarrollo, una verdadera democracia... El precio a pagar es caro, pero los resultados están a la vista. Si alguien me dice que Alemania y Japón ya eran industrializados cuando se la echaron de guapos con los estadounidenses y que por eso son hoy potencias, yo respondo que Corea del Sur era más pobre que cualquier país latinoamericano en 1950. Estados Unidos empató esa guerra, pero los coreanos perdieron más de tres millones de personas y su poca infraestructura quedó aniquilada. Hoy están entre las diez economías del planeta y en realidad en tecnología, innovación e ingeniería se comen viva a España, la "potencia" que siempre aparece posicionada por sobre Corea.
ReplyDeleteEl problema con el chiste, claro, es la línea final: en caso de ganarle a Estados Unidos, se termina como Vietnam: pobre, cagado, y rogando que los "vencidos" en su victoria pírrica le pasen unos dólares.
Sergio
Por eso insisto en que la Argentina tiene que alojar a Bin Laden y a los talibán y exportar descaradamente uranio enriquecido.
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