Sep 21, 2008

Así vale la pena pagar impuestos

La edición de ayer del diario local, que vendría a ser el equivalente de la del domingo de uno de Argentina, está dedicada en gran parte a la “generación Y”, los “jóvenes” de entre 18 y 30 años. Yo ni sabía que existía.

El diario presenta como un fenómeno eminentemente moderno y absolutamente novedoso a una serie de "hijos de ricos" hechos y derechos y destaca su falta de materialismo, de mentalidad competitiva y no privilegiar el trabajo sobre las cosas “verdaderamente importantes” de la vida.

Uno de los ejemplares que entrevistan es un señor (me da escozor decirle “joven”) de largos veinte y pico de años que se describe a sí mismo como "trabajador humanitario" y “activista altermundista”. El muchacho básicamente vive de fondos públicos y de ONGs financiadas mayoritariamente por fondos públicos, viajando por el mundo para “ayudar” a la gente de los países pobres.

Otra de las entrevistadas es una joven señora, maestra de jardín de infantes, que dejó de trabajar hace un par de años para dedicarse a sus hijos. Queda sobreentendido que el único motivo por el que esta mujer tiene esa opción es gracias a la existencia de beneficios laborales leoninos. Sigue de licencia gracias a un sistema que la protege, entre otras cosas, de la eventual pérdida de su trabajo. El empleador está obligado por ley a guardar su puesto de trabajo y no puede contratar a otra persona para reemplazarla hasta que Doña Madre Abnegada se digne a volver al mercado laboral o anuncie formalmente su falta de interés.

El artículo ni siquiera atina a destacar que lo que el autor considera “opciones válidas” en la vida sólo existen gracias al enorme sacrificio para acumular riqueza de las generaciones anteriores y que si la mayoría de los “jóvenes” de la provincia eligieran vivir sin producir, Québec volvería a ser pobre en menos de lo que se denuncia a un infractor de la ley de protección del francés como idioma oficial.

1 comment:

  1. dan ganas de contribuir con medio salario cuando uno ve a estos abnegados humanistas

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